Soy profesora de Educación Física, entrenadora de Atletismo, trail running (senderismo) y hace muchos años que realizo travesías en bicicleta, desde 1993. En Argentina fui una de las mujeres pioneras en cicloturismo, ya que aquí la disciplina casi no existía.
Realicé viajes por toda la Cordillera: Perú, Ecuador, Venezuela, Bolivia... y es así como aparece el Facebook y empecé a publicar fotos de mis viajes. Se contactó conmigo Quique, que empezó a ver mi actividad (además de ser corredora de maratón 42 kilómetros y ultras, me dedico a realizar esos viajes en bici) Quique me empieza a preguntar y le cuento cómo es y de qué se trata, entonces comencé a transmitirle toda mi experiencia. Erik vio una foto mía y le dijo a su papa que quería realizar viajes como yo y así empezaron, de a poco.
Los alenté mucho para que lo hicieran con todos los cuidados... y un día me prometió que en unos de esos viajes vendrían a conocerme personalmente. Así lo hicieron en este viaje. Mi alegría y mi emoción fueron inmensas. Fuimos amigos virtuales hasta que llegaron en bici a Catamarca (soy de Buenos Aires, pero hace seis años que vivo aquí porque amo la montaña).
Con respecto a la experiencia que ellos están realizando me parece una comunión con todo, entre ellos -padre e hijo-, con la naturaleza, el esfuerzo. Además, y quizás sin querer, llevan un gran ejemplo de tenacidad y de unión entre padre e hijo que es maravilloso.
Estoy muy contenta de que estén realizando este viaje por una motivación que, sin buscarlo, les generé. A veces uno no se da cuenta de cuánto podemos motivar en un otro con lo que hacemos. Ellos son mis amigos y les deseo un maravilloso viaje repleto de hermosas vivencias y que vuelvan repletos de amigos y de recuerdos imborrables.